Creo ya estaréis todos al tanto de la ola crítica de disturbios y saqueos que la capital inglesa está viviendo, motivadas por el supuesto asesinato a manos de la policía de un joven de raza negra y que han acabado derivando en toda una atroz ola de violencia protagonizada fundamentalmente por miembros de “minorías étnicas” (y también algún que otro subnormal de raza blanca con problemas claros de identidad).
Cómo podréis imaginar los saqueos no han ido dirigidos contra Harrods u otras pérfidos comercios capitalistas sino que se han cebado en un claro acto de cobardía contra los pequeños establecimientos de barrio los cuales obviamente son más fáciles de desvalijar.
Algunos de estos barrios afectados han sido los populares Millway y Totenham, en los cuales sus vecinos mostrando gran arrojo y valentía han decidido organizarse y plantar cara a los alborotadores para proteger así sus negocios y posesiones las cuales sino habrían sido pasto de esta aúllante marabunta humana; la defensa en esos casos han sido un completo éxito y los agresores han tenido que poner pies en polvorosa (alguno con algún diente menos de propina).
Algunos de estos barrios afectados han sido los populares Millway y Totenham, en los cuales sus vecinos mostrando gran arrojo y valentía han decidido organizarse y plantar cara a los alborotadores para proteger así sus negocios y posesiones las cuales sino habrían sido pasto de esta aúllante marabunta humana; la defensa en esos casos han sido un completo éxito y los agresores han tenido que poner pies en polvorosa (alguno con algún diente menos de propina).
¿Dónde está el problema en está historia? Pues que la inmensa mayoría de los habitantes de Millway y Totenham son blancos y claro, a algún periodista de los cojones se le ha debido de encender la bombilla y tras varias horas de darle a la quijotera ha descubierto la forma de vender más periódicos invocando el sempiterno y rentable espíritu del antirracismo y la multiculturalidad, decidiendo colocar a estos bravos defensores de clase obrera el epíteto de hooligans, lo cual seria tan injusto como afirmar que los revoltosos son una horda de camellos y proxenetas (por ejemplo), pues sinceramente creo que importa una mierda que éstos sean hooligans o dejen de serlo, aquí lo que prima es que han sabido defender los suyo dónde la policía bien por que se ha visto sobrepasada o bien por simple desidia no ha sabido actuar.
pa-ta-taaaa |
Paradójicamente a más de un sector de la nueva derecha esto parece ser les ha llegado al alma y han empezado a publicar artículos en sus blog glorificando la defensa de los barrios a manos de hooligans sin pensar que éste termino más allá de determinadas subculturas tiene unas horribles connotaciones negativas, de modo que su uso solo responde a un intento de la prensa liberal de deslegitimar este noble acto de orgullo para convertirlo en un acto más de violencia con connotaciones racistas.
Por mi parte no puedo nada más que dar mi apoyo a las victimas y declarar mi admiración por aquellos que se han jugado el tipo en nombre de los suyo y de los suyos y espero que pronto la situación vuelva a su cauce y que con un poco de suerte el gobierno acarreé con los gastos de los destrozos producidos por aquellos que por su culpa están dónde no tiene que estar.
Europa entera está sumida en una profunda ceguera,
ResponderEliminaresperemos que estos actos tengan un lado "positivo" (evidentemente no lo tienen) y los europeos nos demos cuenta de una vez de donde narices esta el problema más grave que ha sufrido desde hace algun tiempo, -una nueva invasión-.
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Entre algun comentario de los medios de des-informacion,refiriendose a los alborotadores,los denominaron de "hooligans de disturbios" como siempre cualquier idiota con titulo de periodista mareando la perdiz.un saludo desde valencia.
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