DECONSTRUYENDO LA TRADICIÓN

POR: Rattus Norvergicus

Lo siento, pero la tradición no es un valor en si mismo.  Sé que esta afirmación puede resultar provocadora en un blog de las características de este, pero si analizamos con detenimiento lo planteado veremos que en absoluto lo es. 

A menudo los defensores de ciertas costumbres atávicas y primitivas, impropias de un país desarrollado (por ejemplo todas esas costumbres que afloran en verano y que incluyen atrocidades como toros lanceados, pollos decapitados o cabras arrojadas desde campanarios) se escudan en el hecho de “que es tradición”; si atendemos a este argumento tendríamos que aceptar que todo aquello que tiene un cierto carácter consuetudinario y arcaico es algo deseable, ergo digno de ser conservado y perpetuado.

De este modo la labor del tradicionalista no seria diferente a la de un anticuario empeñado en la búsqueda y conservación de objetos viejos y ajados (alguno de ellos carentes de valor y utilidad); en serio, si pensáis que eso es tradicionalismo sinceramente creo que deberíais replantearos la definición de este término.

El tradicionalismo se basa (o al menos debería basarse) en la búsqueda de valores, y puesto que precisamente el gran mal de los tiempos modernos es la carencia absoluta de estos, el tradicionalista toma modelos, estructuras y usos del pasado, las cuales correctamente adaptadas a la coyuntura presente son útiles y deseables.

Así pues toda tradición que busque ser conservada ha de tener siempre un trasfondo moral útil, en caso de carecer de el, la tradición debe de ser traspasada al ámbito de la memoria, OJO, siempre ha de estar presente y nunca debe de ser olvidada (la amnesia selectiva no lleva a ningún sitio) porque son parte definitoria fundamental de nuestra identidad, sin embargo el perpetuarlas seria algo completamente absurdo……. 

Y con más razón si además hablamos de actos crueles e inmorales como los que he planteado en mi ejemplo.

Creo que todos deberíamos reflexionar al respecto…..