POR: Rattus Norvegicus
Signo de unidad y fuerza, o más bien de fuerza a través de la unidad pues si bien una rama es débil y quebradiza un haz de ellas es casi imposible de patir. A estas se le añade una hoja de hacha o labrys que representa el poder militar y la justicia, antiquísimo signo griego traído al Peloponeso desde oriente durante las invasiones de los indoeuropeos.
Su origen está en la monarquía etrusca importado a Roma durante la dominación de los Tarquinios aunque si bien estos fueron expulsados a la fuerza cuando se proclama la república el fasces pervivirá convirtiéndose en emblema de algo tan representativamente republicano como la magistraturas curiales.
Desde ese momento el faces será portado por los lictores -una especie de escoltas encargados de acompañar a los magistrados y evitar que fueran tocados cuando desempeñaba su labor política- pues al ser estos cargos sagrados se consideraba una grave anatema que podría atraer el mal fario o el temido prodigio. Sin embargo en esta etapa se elimina el labrys puesto que existía prohibición expresa de portar armas dentro del recinto de Roma, sólo a los dictadores (cargo político contemplado y respetado según la constitución romana) se les permitía lucir el filo del hacha como una peculiaridad más ligado al carácter excepcional que tenia este cargo.
Con la caída de la republica el fasces se convertirá en emblema del poder militar imperial y tornará el uso del amenazante labrys pues Julio Cesar marcará un precedente al entrar armado a Roma durante su conflicto con Pompeyo.
Con la caída de la republica el fasces se convertirá en emblema del poder militar imperial y tornará el uso del amenazante labrys pues Julio Cesar marcará un precedente al entrar armado a Roma durante su conflicto con Pompeyo.
Con la caida del imperio romano desaparece durante siglos el uso del fasces, pues los nuevos imperios europeos rehusaran emplearlo al considerarlo un signo pagano y bárbaro, si embargo con la llegada del neoclasicismo y la ilustración y su pretendida vuelta a los valores cívicos y aristocráticos del mundo clásico, el fasces será de nuevo revindicado y comúnmente empleado, convirtiéndose en símbolo de la dictadura termidoriana durante la Revolución Francesa y más tarde de la misma república francesa sostenido en las representaciones alegóricas de ésta junto a otros signos indoeuropeos como el gorro frigio o la corona de laureles.
También fue emblema revolucionario en las independencias americanas, de hecho el fasces hoy sigue hondeando orgulloso en la bandera de Uruguay, o se puede ver esculpido en el friso del Congreso de los EEUU o en el célebre Lincon memorial.
Finalmente el poderoso fasces fue resucitado por Musollini convirtiéndose en estandarte del fascismo respondiendo a una aplastante lógica política: por un lado la reivindicación del pasado histórico romano concretamente el imperio que buscaba traer de nuevo la fuerza, el orgullo y el ardor guerrero a un país hundido en la miseria como era la Italia de entreguerras y por el otro una referencia a su propio papel político como Ducce, pues si bien por avatares históricos acabo siendo un desgraciado cargo vitalicio, en un principio su motivación política era únicamente actuar al igual que los dictadores de la antigua roma como cirujano de hierro; como una medida de excepción cuyo fin seria extirpar una serie de males trágicamente enquistados en su nación, para una vez realizada la operación retirarse humildemente y dejar que la historia y que la voluntad del pueblo soberano siguiera su curso.
Finalmente el poderoso fasces fue resucitado por Musollini convirtiéndose en estandarte del fascismo respondiendo a una aplastante lógica política: por un lado la reivindicación del pasado histórico romano concretamente el imperio que buscaba traer de nuevo la fuerza, el orgullo y el ardor guerrero a un país hundido en la miseria como era la Italia de entreguerras y por el otro una referencia a su propio papel político como Ducce, pues si bien por avatares históricos acabo siendo un desgraciado cargo vitalicio, en un principio su motivación política era únicamente actuar al igual que los dictadores de la antigua roma como cirujano de hierro; como una medida de excepción cuyo fin seria extirpar una serie de males trágicamente enquistados en su nación, para una vez realizada la operación retirarse humildemente y dejar que la historia y que la voluntad del pueblo soberano siguiera su curso.
Para mi creo que Italia si se hubiera mantenido al margen de la 2ªGM estariamos aun ante un fascismo fuerte, social y nacional. Aunque después de que a Mussolini le diese también por los judíos y expandirse al sur este... pues que se le va hacer.
ResponderEliminarDe todas forman gran artículo y saludo brazo en alto amigo
RATTUS NORVEGICUS DICE:
ResponderEliminarGracias, yo también estoy de acuerdo que uno de los grandes errores de Musollini fue su excesiva implicación en el eje y sus proyectos bélicos, aunque claro teniendo en cuenta la debilidad y cobardia de la que las democracias occidentales hicieron gala (sobre todo después del asunto del canciller Dollfus) creo que no le quedó otra.
Sin embargo si es un lástima que la participación en la guerra acabara eclipsando la admirable politica social de la Italia fascista.
Una consulta...
ResponderEliminarComo se llama y donde se encuentra la escultura de marmol del querubín sosteniendo un fasces???
Una consulta...
ResponderEliminarComo se llama y donde se encuentra la escultura de marmol del querubín sosteniendo un fasces???