Muchas son las leyendas ligadas al mar; monstruosidades abisales, sirenas embaucadoras islas errantes etc, urdidas durante generaciones de marinos cansados de otear el horizonte desde la proa de sus naves (o incluso enloquecidos por las largusisimas jornadas encerrados en sus pequeños cascarones flotantes), pero ninguna tiene la repercusión en la cultura popular de la que goza la leyenda del capitán Willem van der Decken y su tripulación de condenados abordo de su temible barco: El Holandes Errante. Dicha historia ha sido retratada, homenajeada e incluso parodiada por fuentes tan diversas como las novelas de Marryat o Whasington Irving, la celebérrima obra de Wagner "el buque fantasma", los terroríficos comics de EC, la millonaria saga hollywoodiense "pirtas del Caribe" o incluso a la popular serie de dibujos infantiles de "Bob Esponja".
El origen de dicho realto es incierto, algunos señalan un origen pagano mostrando sus similitudes con la "odisea" o los realtos de derivas escandinavos como el de "la navegación de Bran" (cristianizado posteriormente como "la navegación de San Brandan"), otros señalan sin embargo un origen cristiano recalcando su similitud con la extendida leyenda europea de "el judío errante".
La nueva tripulación del capitán pasaría a engrosarse con las almas de condenados tales cómo naufragos que invocan su nombre en momentos de desesperación, suicidas, ajusticiados o pecadores empedernidos cuyos crimenes son tan horribles que ninguna población humana los quiere en su seno. Además cuenta la leyenda que el maligno (o el altísimo según la versión) le otorgó como compañero a un demoniaco humúnculo cornudo encargado de llevar las cuentas de los crimenes de todos aquellos que se enrrolan en el fantasmal navío.
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