¿DONDE ESTÁN? NO SE VEN...

POR: Rattus Norvergicus  

"..... los votantes del PP" reazaba el archiconocido eslogan de las manifestaciones de la izquierda española, y la verdad es que de un tiempo a esta parte es verdad, a los votantes del PP no se les oye decir ni mu, y por supuesto no me refiero a los convencidos discipulos del neoliberalismo que inunda las listas del partido como si de una plaga bíblica se tratara, no, me refiero a todos aquellos que en las últimas elecciones dieron su voto al Partido Popular buscando inocentemente una panacea para la terrible recesión que nuestro país está sufriendo.


Y es que no me mola una mierda ser profeta, pero desde aquí ya lo habiamos dicho, la urna no arregla nada, sólo cambia de un titere a otro (mientras los titiritertos siguen meándose desde las alturas en nuestras cabezas) y por eso precisamente el circo propagándistico juega siempre la baza de demonizar al partido del gobierno para que la gente crea que la solucción está en la otra opción política y así el sistema se perpetua por los siglos de los siglos....¡Amén! Anque esta vez todo ha ido demasiado lejos, por qué si, nosotros también cometimos un error al decir que nada iba a cambiar, pues sí, esta vez si ha cambiado ¡Y A PEOR! Y es que claro, hemos pasado de un partido cutre, infantil e inoperante a uno abiertamente perverso lo cual queda patente en la presente reforma laboral.

Exacto señores esa que el impresentable de Rajoy celebraba con pitorreos en una cumbre de Finlandia, esa que facilita el despido procedente a los empresarios, mutila las pensiones y arrasa implacable los últimos resquicios de prestaciones públicas en nuestro país, esa con la cual en última instancia el sistema rescata a los causantes de la crisis: banqueros usureros  y empresarios sin escrúpulos y pretende salir de la crisis (contra todo tipo de lógica) através de la privatización en vez del fortalecimiento de las prestaciones sociales mediante un modelo de "new deal" el cual se demostró como eficaz hace ya tiempo.


Pues bien, he aqui el invierno de nuestro descontento, ese que ha congelado el entusiamo de los votantes, pero no hagamos leña del arbol caido, TODOS tenemos derecho a equivocarnos, así que para la próxima ya sabeis, propósito de enmienda y para adelante que esta historia viene con moraleja.